Educar a los ‘profes’ sobre la diabetes es clave para prevenir hipoglucemias

El riesgo de hipoglucemia es el principal temor de los padres de niños diabéticos.

 

En España hay 29.000 niños menores de 15 años con diabetes tipo 1; una enfermedad autoinmune y metabólica que se caracteriza por destruir células en el páncreas, y que va asociada indefectiblemente a la administración regular de insulina. La diabetes tipo 1, a diferencia de la de tipo 2, suele presentarse antes de los 30 años, y se da en tan sólo una de cada veinte personas diabéticas. El impacto que la enfermedad tiene en las familias, sin embargo, tiene un índice mucho mayor: hasta en un 70 por ciento de los casos, uno de los padres deja de trabajar hasta que la enfermedad está bajo control.

Así lo explica la pediatra especialista en endocrinología infantil Beatriz García Cuartero, responsable de la unidad de diabetes del centro médico d-médical. Ella misma apunta hacia la necesidad de llevar a cabo una educación diabetológica tanto entre los padres como en los colegios, a fin de dar a conocer la enfermedad, sus efectos, los posibles riesgos y cómo hacerles frente, especialmente en los casos en los que la enfermedad se manifiesta antes de los cinco años.

De hecho, tal y como apunta esta especialista, el paso más difícil para los padres tras el diagnóstico, es el periodo de adaptación, ya que muchos sienten que los ‘peques’ se encuentran indefensos una vez salen de casa, y que es difícil encontrar apoyos en el colegio a la hora de seguir el tratamiento con precisión.

Uno de los principales riesgos de la desatención en la diabetes infantil, y de los que más preocupa a los papás de un niño con diabetes tipo 1, es la aparición de hipoglucemias, una patología que consiste en una concentración de glucosa en sangre anormalmente baja, y que puede darse tras un descontrol en el horario de comidas, por una insuficiencia de hidratos de carbono o  tras la administración de una dosis excesiva de insulina.

Las hipoglucemias, que muchas veces pasan desapercibidas, producen

además alteraciones cognitivas, que influyen en el rendimiento y la capacidad de respuesta de los niños. Es aquí cuando entra en juego el proceso de educación tanto en el ‘cole’ como en casa. Un ejemplo: para evitar hiper o hipoglucemias, es imprescindible aprender a realizar ajustes en la insulina, dependiendo tanto de las comidas que vaya a hacer el niño, como de la medición de la glucemia en ese momento, y del ejercicio físico realizado o por realizar.

Generalmente es difícil detectar la diabetes en edades tempranas, aunque síntomas como el decaimiento, los vómitos o que el niño beba y orine mucho pueden ser señales de alarma, que nos lleven a diagnosticar la enfermedad.

 

Fuente: Hola.com

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