Recientemente, se publicó un novedoso estudio sobre los Aka, uno de los últimos pueblos cazadores-recolectores del mundo. El antropólogo Barry Hewlett notó que cuando los pigmeos se paraban a descansar en medio de sus cacerías, los padres daban a sus bebés pequeñas hachas, palos y cuchillos.
Para los padres del mundo desarrollado, esto podría ser entendido como una irresponsabilidad. Pero en 40 años de investigación, nunca vio que un bebé Aka se cortase. Para el antropólogo, en cambio, la actitud de los padres Aka es una forma de enseñanza. Dan un alto valor a la autonomía individual, además de a la colaboración y a la igualdad, así que no son propensos a intervenir en el comportamiento de otros. Según su cosmovisión, «no se debe coaccionar o decir a los demás lo que deben hacer, ni siquiera a los niños,» explica Hewlett. u equipo grabó sus comportamientos y detectaron y documentaron 169 situaciones de enseñanza. Casi la mitad de estas situaciones duró menos de tres segundos, pero en ellas los maestros daban respuestas positivas y negativas, mostraban acciones, señalaban y daban instrucciones verbales, y generaban la oportunidad de practicar, por ejemplo, dando un palo para cavar.
Hewlett afirma que se sorprendió al ver la frecuencia con la que enseñaban a sus bebés. Más del 40% del tiempo, los niños estaban probando las habilidades que se les mostraban. De media, dedicaban menos de cuatro minutos a la enseñanza, y practicaban sus habilidades durante más de nueve minutos. Aclara también que las intervenciones fueron cortas y sutiles y que aprender puede ser algo muy rápido y simple si se está motivado, por lo tanto, cuando se pierde la autonomía se afecta el aprendizaje.
Me parece muy interesante este artículo y salvando las distancias, muy aplicable a la educación en diabetes. Los médicos, con o sin intención de hacerlo, enseñamos todo el tiempo a nuestros pacientes, no sólo con palabras sino con acciones, gestos de aprobación y desaprobación. Coincido en la posición que solucionarles todo y decirles qué hacer y que no puede ser un plan de urgencia al principio, pero que el camino del aprendizaje es propio y les pertenece. Nuestro rol es el de guiar, asesorar para que las herramientas con qué cuenten sean mejores y les permitan tomar decisiones más adecuadas. Ayudarlos a conservar la autonomía también es parte de nuestra labor.
Fuente: http://www.tendencias21.net/Ensenar-es-una-habilidad-innata-en-el-ser-humano_a41988.html
Referencia: Barry S. Hewlett, Casey J. Roulette. Teaching in hunter–gatherer infancy. Royal Society Open Science (2016)